Compartimos el vídeo de la sesión «El mientras tanto como herramienta de transformación urbana: oportunidades y límites» (diciembre 2014). Esta mesa de debate sobre las posibilidades de cambio y experimentación institucional en la gestión de espacios urbanos formó parte de las jornadas de la UIMP tituladas «La utilització temporal dels buits urbans» dirigidas por Judith Guifreu y Manu Fernández. La Hidra Cooperativa tuvimos la oportunidad de participar durante esta sesión conjuntamente con Carles Baiges (LaCol), Diego Peris (Todo por la Praxis) y Xavier Matilla.
La reflexión que quisimos ofrecer sobre la cesión temporal de vacíos urbanos se puede resumir en un par de ideas. Por un lado, si bien el marco de actuación pública bajo el paraguas del mientrastanto es una vía para experimentar modelos diferentes de gestión de espacios urbanos, los costes comunitarios necesarios para mantener esta actividad no se tienen en cuenta. El momento efímero que puede suponer el mientras tanto puede tener unos costes institucionales reducidos, pero unos costes comunitarios elevados debido a la necesaria inversión de capital social de las comunidades, de tiempos de trabajo voluntario, de dinero para pagar licencias de actividades, de tiempo invertido en informes de evaluación, etc.
Esto abre la duda sobre si este tipo de acciones institucionales favorecen el empoderamiento comunitario o si en el fondo favorecen la gestión del conflicto y la sobreexplotación de recursos comunitarios que podrían ser la base para producir formas de organización social autónomas e innovadoras.
La segunda idea está más centrada en la realidad empírica que se vive en los diferentes proyectos que están dentro del Pla Buits d’ Habitat Urbà (Ajuntament de Barcelona). Se trata de la poca capacidad para producir cambios institucionales efectivos que tengan impacto sobre las condiciones materiales de este tipo de gestión comunitaria. Creemos que el reto político no es poder hacer uso de espacios urbanos en desuso, sino consolidar fórmulas jurídicas y administrativas que garanticen condiciones materiales emancipadoras como, por ejemplo, regímenes de tenencia comunitarios alternativos a los existentes.
Una gestión comunitaria de los recursos no sólo necesita formas de fiscalización y de control público, sino también garantías jurídicas sobre el uso, acceso y propiedad de los recursos que se gestionan para poder trabajar con autonomía y un verdadero poder de negociación.
Más allá de estas premisas críticas, creemos que es necesario poder experimentar modelos de gestión diferentes en el actual cambio de época, pero sobre todo, poder producir nueva institucionalidad y cambios en las relaciones de poder. La sesión nos fue muy útil para aprender de la experiencia concreta de los compañeros de mesa y de un público que estuvo muy activo durante el debate.