
Esta sesión tenía como objetivo reflexionar sobre las representaciones estigmatizadoras de los habitantes de la periferia y su utilización política. Un libro de referencia para pensar estas cuestiones es ‘Chavs’ de Owen Jones, quien hace una descripción de la derrota de la clase obrera en Inglaterra. De la derrota política y cultural que implicó la llegada de Margaret Thatcher al poder y su programa neoliberal. Hasta entonces, la clase trabajadora se representaba con la figura del obrero industrial que se adscribía a la clase a través de un sentido propio de pertenencia generado a partir de las luchas obreras y de las poderosas organizaciones sindicales. Ese obrero industrial será progresivamente sustituido por sub-empleados precarizados, desorganizados, trabajadores del sector servicios fundamentalmente. Los nuevos trabajos disponibles, con un menor prestigio social serán el terreno abonado para la desvalorización social y el escarnio de la clase obrera. Estas cuestiones, a grandes rasgos, son las que intentamos trabajar en esta sesión. Como en todas las sesiones de nociones comunes, compartimos el audio de la sesión (al final de este post), una reflexión y, en este caso, añadimos un texto inédito de Manuel Delgado que muy amablemente nos ha facilitado.
Alianzas de clase
Las figuras representadas y ridiculizadas en los estereotipos de los chavs (en España las choni, el cani, los cholos, etc) servirán para justificar el desmantelamiento del estado del bienestar y los recortes en ayudas sociales. Al fin y al cabo, los chavs, vagos, sin educación, no son merecedores de ayuda. El programa neoliberal se impondrá así con el despliegue de una panoplia de argumentos que implican que los triunfadores sociales son merecedores de su posición y que la desigualdad está justificada por su mayor valía y esfuerzo.
En la sesión de Antonio Santamaría, vimos cómo en la Transición se produjo una alianza de sectores de la clase media politizada y la clase obrera en lucha. Estos lazos se romperán a partir de la crisis de los 80 debido a las dinámicas propias de la globalización –deslocalizaciones, etc– que disolverán la clase obrera, pero también por factores políticos. Por un lado la dimensión desmovilizadora de la Transición: los pactos con el partido hegemónico en las movilizaciones obreras, el PSUC implicaban esta pacificación a cambio de la inclusión de este partido en el nuevo sistema. Por otro, según Santamaría, unos 80.000 nuevos puestos funcionariales fueron creados en la nueva estructura autonómica. Lugares que serán ocupados por los cuadros intermedios de la industria que se disuelve –las capas medias de origen catalán– mientras que el obrero industrial se disuelve en las nuevas figuras de la precariedad desorganizada.
La subjetividad de clase media y su fractura
En España, en la post Transición, lo “quinqui” marcaría el proceso de transición institucional y de integración en el imaginario europeo de modernidad, tal y como aparece recogido en el libro Fuera de la ley. Asedios al fenómeno quinqui en la Transición Española. Pensar los nuevos estereotipos de la precariedad a través del imaginario de la clase media da pistas del mecanismo que opera en su propia configuración de clase. La clase media se construye en oposición la representación de las posiciones más bajas de la escala social, el abismo al que siempre se está en peligro de caer.
Ahora mismo, la crisis ha producido una fractura gigantesca en la clase media –que tuvo la capacidad de ordenar el espacio político occidental desde la posguerra–, aunque las consecuencias más graves las estén sufriendo las extracciones sociales más bajas. Sin embargo, es la clase media la gran protagonista de las movilizaciones –15M, o independentismo catalán–. En esa fractura tenemos que hacer política hoy si queremos que sea transformadora en algún sentido significativo. Desmontar los imaginarios que nos separan de los subalternos no deja de ser una herramienta para pensar esas alianzas.
- Texto de Manuel Delgado: Explotados contra excluidos (formato .doc)
- Audio de la sesión