Los artistas, si asumen su rol funcional, son señalados como cómplices de la especulación. La clase media empobrecida que se desplaza del centro a la periferia, pues también es culpable. Pero… ¿en serio? ¿Para qué sirve este diagnóstico? ¿A dónde conduce demonizar a esos grupos sociales? Esta insistencia en el capital simbólico suele estar ligada a una normalización del capital económico.